Redacción:/ El consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona y las directoras General de Sostenibilidad, Sandra Ortega y del Instituto Aragonés del Agua, Inés Torralba, se han reunido con los alcaldes de los municipios afectados por la contaminación de lindano dónde ha anunciado que “el Gobierno de Aragón va a priorizar y asegurar la potabilidad de los abastecimientos a las poblaciones”.
En este sentido el Gobierno de Aragón asumirá el gasto de mantenimiento de los filtros de carbón y carbono instalados en los abastecimientos de las localidades afectadas. A nivel local las soluciones pueden ser sencillas e inmediatas aunque también se buscarán abastecimientos alternativos de forma integral para todos los pueblos.
Joaquín Olona ha añadido que «la solución a largo plazo es la destrucción total de los residuos por lo que ya estamos intensificando el aislamiento, la vigilancia,el control y seguimiento de los contaminantes para una detección rápida y poder evitar fugas hacia el agua».
Además se ha elaborado un estudio sobre abastecimientos alternativos que se trasladó al Ministerio de agricultura, quién se comprometió a licitarlos aunque no se ha encargado todavía el proyecto ni las inversiones del Gobierno Central.
El responsable del departamento ha calificado la contaminación del lindano de “problema crónico, con el que hay que convivir al no existir soluciones tecnológicas siendo prioritario la descontaminación de los focos de lindano y minimizar los riesgos para la salud de la población obteniendo agua de calidad”.
Los alcaldes por su parte han mostrado su satisfacción por la iniciativa de convocar la reunión y han pedido transparencia en las actuaciones que se lleven a cabo, un plan de comunicación y trabajar de forma conjunta.
El consejero ha invitado a los alcaldes a una futura visita a la zona y los vertederos para explicar y conocer más de cerca el problema.
El lindano es utilizado como pesticida en la agricultura, no siendo fácilmente degradable.El problema de la contaminación del lindano se originó a mediados de los años setenta con la fabricación durante catorce años de este organoclorado por parte de la empresa Inquinosa de Sabiñánigo que cerró en 1989. Los vertidos contaminantes se hicieron en el vertedero municipal de Sardas y posteriormente de Bailín, dónde los trabajos para su finalización están muy avanzados y la planta dónde se retirará el lindano para evitar posibles fugas al sistema hídrico produciéndose filtraciones. España prohibió finalmente su fabricación en 1994.