Marcos Díaz. / Chile es uno de los destinos que más españoles eligen con el fin de encontrar empleo fuera de España, dada su proyección económica y que su idioma es el español.
Han pasado ya casi dos años y medio desde que Fernando Lázaro (Zaragoza, 1985) decidiera irse a Chile buscando oportunidades laborales. Desde entonces, este ingeniero de obras públicas ha desempeñado diversos trabajos relacionados con la ingeniería y, actualmente, gestiona la obra de unas viviendas en Santiago de Chile, su ciudad de residencia.
Hemos hablado con él sobre este país, la evolución que ha podido observar desde que llegó y sobre las experiencias que ha podido vivir en Chile.
– ¿Por qué elegiste Chile como destino?
– Porque Chile se presentaba, aparentemente y sobre todo incentivado por los medios de comunicación españoles, como un país con una economía próspera y bastante sostenible. También, buscando en portales de empleo, de las ofertas de trabajo que más se acercaban a mi perfil había un gran número allí. También había de otros países, como Perú o Ecuador, pero de Chile tenía referencias de gente que vivía allí y, al final, el sumatorio ganaba. Por otro lado, la moneda al cambio sale mejor y, en el caso de que quieras ahorrar, te da una diferencia mínima en euros.
– ¿Qué cambios has notado desde que llegaste hasta ahora?
– Al principio todo era diferente, era una aventura donde todo estaba por conocer. Era una nueva cultura con gente diferente y las sensaciones eran distintas a las que tengo ahora, que llevo otro ritmo de vida. Yo me vine a la aventura y no sabía lo que iba a pasar, si iba a durar un mes, un año… La evolución ha sido de estar con incertidumbre a tener ahora una proyección, aunque puede variar en cualquier momento. Tengo una estabilidad laboral y un círculo de gente que me proporcionan unas bases emocionales. No he hecho mi nido pero sí que tiendo a eso aunque, como he dicho antes, puede cambiar en cualquier momento.
– ¿Siguen llegando españoles en la misma cantidad o piensas que ya no van tantos?
– Yo creo que sigue llegando gente de la misma forma. Ahora mismo Chile no se encuentra en un momento tan bueno como en el que estaba cuando yo llegué pero, aún con todo, sigue habiendo un montón de oportunidades. Yo lo noto menos porque me juntaba con un círculo de gente que acababa de llegar y estoy menos pendiente de foros o de ir a sitios donde te enseñan a cómo moverte en Chile, donde te juntabas con otros españoles. No me fijo tanto pero pienso que sigue llegando gente igual; siguen llegando empresas y profesionales de todo tipo.
– ¿Qué podríamos aprender de Chile y de los chilenos?
– Aquí cuesta más conseguir las cosas. En España estamos o, mejor dicho, estábamos acostumbrados a que las cosas fueran fáciles. En cambio, en Chile todo cuesta más, tanto en trabajo como en dinero. Veo que la gente tiene que sacrificar un montón para sacarse una carrera, llevar dinero a casa… sobre todo veo que los chilenos son muy sufridos para conseguir objetivos que nosotros tenemos como normales en España, como una sanidad digna y una educación en condiciones. Ese es el valor que daría a los chilenos, su capacidad de esfuerzo para lograr cosas.
– ¿Y a la inversa? ¿Qué llevarías a Chile de España?
– El Estado del bienestar.
– Yendo más al detalle, ¿qué pequeñas cosas echas en falta?
– El tiempo libre para disfrutar con los amigos y la familia; irte a echar unas cañas y tener tiempo para gastarlo en tus hobbys. Aquí el tiempo es limitadísimo, entresemana no hay tiempo para nada, salvo que estés metido en oficios determinados o seas un privilegiado. Tiempo no vas a tener, salvo en fin de semana, que vas a encontrarte todo saturadísimo. En cambio, en España tenemos mucho más tiempo para nosotros y eso es lo que más echo de menos. Echar una caña cualquier día de la semana, irte al cine, hacer deporte… eso es algo que tenemos allí y aquí la gente, en general, no tiene.
– Chile es un país con una gran diversidad, ¿Con qué rincones te quedas?
– Me quedaría con muchos pero me gusta especialmente Valparaíso. La encuentro una ciudad con mucha personalidad, muy carismática y viva. En ella te dan ganas de hacer cosas, de salir y disfrutarla. Es una ciudad que está muy descuidada pero que tiene mucho encanto. En el sur he estado en Villarica y Pucón, donde tuve la suerte de ir cuando el volcán de Villarrica estaba en erupción y salía todavía lava, cosa que era bastante impactante. Es una zona muy verde y la gente es muy amable, con unos paisajes impresionantes. La verdad es que en este país hay una gran variedad de paisajes, de gentes, tiene mar, tiene montaña…. es un buen lugar para vivir.
– ¿Cómo valorarías tu experiencia en este país a nivel profesional?
– Buena. Lo bueno que tiene Chile es que te dan oportunidades que en España no te hubieran dado en su momento tampoco. Por ejemplo, a mí me dieron la oportunidad, en la obra en la que trabajaba anteriormente, de administrar la construcción de una estación de combustible; de gestionarla yo y ser el cabeza de grupo, cosa que en España hubiera sido imposible. Ahora estoy trabajando en una obra de construcción de viviendas donde tengo bastante responsabilidad también y, por tanto, considero que mi desarrollo profesional es bueno. Creo que en España no lo hubiera podido tener en el momento en el que nos encontramos.
– ¿Y a nivel personal?
– Bien, ha mejorado mi autoestima porque el estar aquí me ha planteado retos que he superado a nivel personal, he superado situaciones donde estaba mal. También a nivel profesional las he superado y me ha hecho una persona más fuerte.
– ¿Cómo definirías, desde tu experiencia, a Chile?
– Como un país de contrastes que, o te puede gustar mucho, o no te puede llegar a convencer, como les pasa a muchos españoles.
– Dado que somos Zaragoza Buenas Noticias, ¿Qué buena noticia te gustaría contar?
– Tengo la sensación de que las cosas están cambiando y eso me gusta, al menos en España. Incluso aquí en Chile noto un cambio, la gente se está dando cuenta de cómo funcionan las cosas, aunque no tanto como en España. Me da la sensación de que va a haber un cambio hacia algo distinto y eso me gusta. No se si va a ser a mejor o a peor, pero el cambio me ilusiona. Que estemos cambiando hacia algo distinto me parece una buena noticia.