Redacción./ Los doctores Bernardo Ebri e Inmaculada Ebri la han presentado en el Colegio de Médicos junto a publicaciones, esquemas de medición, y el propio libro monográfico sobre Maduración Ósea.
El Colegio de Médicos de Zaragoza ha acogido la presentación de una aplicación informática que permite la obtención de la edad ósea del niño y su predicción de talla adulta.
En la presentación ha participado el doctor Ángel Ferrández Longás, de la Fundación Andrea Prader, y los doctores Bernardo Ebri e Inmaculada Ebri, autores de la aplicación y del libro monográfico sobre maduración ósea.
Durante la presentación se ha señalado cómo “tanto el crecimiento como la maduración ósea son fenómenos biológicos a través de los cuales los seres vivos incrementan su masa adquiriendo progresivamente una maduración morfológica y funcional”.
“La edad cronológica que rutinariamente se ha utilizado para evaluar el nivel de desarrollo y maduración del paciente, no siempre es un indicador confiable, y es por lo que en casos de dudas, se indica la radiografía de la mano y muñeca izquierdas para obtener la edad ósea, que es el mejor parámetro de desarrollo global del crecimiento”.
Así, “la maduración ósea sigue siendo hoy día, el único indicador global de desarrollo biológico con que contamos en la especie humana. La edad ósea expresa el proceso madurativo del ser humano, y este proceso queda especialmente reflejado en la dinámica evolutiva de los huesecillos de la mano”.
Objetivos
Los doctores Bernardo Ebri e Inmaculada Ebri han señalado los objetivos de esta aplicación informática y del estudio sobre maduración ósea.
1.- Aportar nuevos métodos numéricos alternativos a los ya existentes, especialmente Grulich y Pyle y Tanner, a fin de intentar evitar sus limitaciones, para el cálculo de la edad ósea.
2.- Aportar una sistemática predictiva propia de talla adulta aplicada a estos niños, teniendo en cuenta sus edades óseas o índices, talla y talla adulta media paterna.
3.- Presentar estas nuevas metódicas de cálculo de la edad ósea y de predicción de la talla adulta, a efectos de que puedan ser aplicados a niños a estudio, para valoración clínica. Para ello queremos aportar un sencillo programa estadístico al servicio del médico práctico: IVO (Indice de valoración osificativo) y PTA (Predicción de talla adulta).
4.- Establecer un estudio comparativo entre los índices propios que presentamos IC, IMF, e ICMF y sus respectivas edades óseas respecto a las edades óseas Greulich y Pyle y Tanner-Whitehouse II.
5.- Realizar un estudio comparativo entre los índices IC, IMF, e ICMF y edades óseas TW2 y GP, respecto a las estimaciones de predicción de talla adulta, valorando los errores absolutos y relativos de predicción de unos y otros.
En definitiva, señalan los autores “pretendemos aportar una metódica numérica propia de cálculo de la edad ósea, que minimice al máximo las discordancias, asincronías, valoraciones subjetivas, saltos importantes de puntuación de los métodos principales existentes Greulich y Pyle y Tanner-Whitehouse, que en opinión de diferentes autores pueden ocurrir; limitaciones que se hacen más acusadas cuando estas metódicas extranjeras se utilizan para calcular las edades óseas de niños de diferentes países y extracción social”.
Asimismo, concluyen, “es pretensión nuestra crear unos estándares longitudinales aragoneses de
niños que expresen índices y edades óseas obtenidas por métodos numéricos propios, y que pueden servir de base para futuros estudios comparativos, con series nuevas a crear con niños procedentes de nuestras autonomías o de otros países, ya que esta metódica se puede injertar básicamente en todos ellos”.