ZBN./ El 25 de septiembre, la capital aragonesa volverá a estar preparada para celebrar la décima edición del Maratón Ciudad de Zaragoza.
El concejal de Deporte, Pablo Híjar, ha presentado hoy los detalles de esta especial prueba deportiva acompañado por el director comercial del Mann Hummel Ibérica, Jorge Sala, la responsable de imagen institucional de Ibercaja, Belén Bardají, el Director de carrera, David Constante, y el atleta Toni Abadía.
Tanto el Maratón Ciudad de Zaragoza como la 10K, que tiene lugar el mismo día gracias a un aprovechamiento logístico que permite a la prueba ‘pequeña’ lucir también sus mejores galas, son citas codirigidas por David Constante y Juan María Artola a través del club Running Zaragoza.
Ambos han trabajado en el evento desde su inicio con el principal propósito de que Zaragoza tenga una carrera de 42 kilómetros acorde a la quinta ciudad de España y, sobre todo, a la creciente afición por el deporte que existe en ella.
Cada vez hay más corredores y, por tanto, cada vez son más los atletas que se adentran en distancias largas como la Media Maratón o la Maratón. Esa mayor presencia de deportistas exige, en consecuencia, mayor inversión en recursos y en esfuerzo por parte de la organización.
La jornada en cifras
Las cifras de este gran acontecimiento deportivo arrojan números al alza en todos los órdenes, un incremento cuantitativo y cualitativo que nos ha llevado al puesto octavo en el ranking nacional de este tipo de carreras. En la edición de 2015, se rozaron los 4.000 corredores entre los casi 1.500 del 42K y los cerca de 2.500 de la prueba de 10 kilómetros.
La participación de atletas de fuera de Zaragoza supone un 35 por ciento de la inscripción. También es notable el aumento de la cifra de mujeres que toman la salida en una cita que cuenta con 300 personas involucradas directamente en la organización, 200 voluntarios, 50 patinadores, 40 fisioterapeutas, un dispositivo médico con 20 profesionales, hospital de campaña y seis vehículos medicalizados.
Recorrido
Los recorridos de la 42K y su hermana pequeña la 10K tienen en común el tránsito por gran parte de lo que podríamos considerar el corazón de la ciudad: el entorno de la Basílica del Pilar y el río Ebro, con sus puentes más emblemáticos.
Ambas carreras parten de la Plaza del Pilar y tienen fijada en ese mismo escenario la línea de meta, lo que supone concentrar al máximo la emoción no solo de los corredores, que disfrutan de un marco de privilegio, sino de los acompañantes, que se contagian de la grandeza del deporte, en su versión más competitiva o más popular.
También en ambos casos, el hecho de que los últimos metros discurran por la calle Alfonso, contemplando la “bajada” hacia el Pilar, y rodear la plaza por la fuente de Goya antes de cruzar la línea de meta, favorecen la creación de un ambiente que cala hondo en los participantes.