Redacción./ El 12 de octubre 1492, festividad del Pilar, Cristóbal Colón hizo tierra en Guanahani, actualmente en las islas Bahamas, y tomó posesión en nombre de los Reyes Católicos.
El navegante desconocía que se trataba de un nuevo continente y no podía imaginar la trascendencia de su acto. Colón, de hecho, creyó que había llegado a Cipango (Japón). Desde entonces, la fecha ha sido usada por diversos países iberoamericanos para celebrar el encuentro de las dos culturas que dieron lugar al Nuevo Continente.
No en vano, cada país ha denominado la fiesta con distintos nombres en función de la conveniencia política, como por ejemplo «Día de la Madre Patria» o «Día del descubrimiento». En España, se eligió originariamente la designación de «Día de la Raza».
La denominación fue creada a propuesta del ex ministro español Faustino Rodríguez-San Pedro, como Presidente de la Unión Ibero-Americana, que en 1913 pensó en una celebración que uniese a España e Iberoamérica, eligiendo para ello el día 12 de octubre. En 1918la fiesta de la Raza alcanzó el rango de fiesta nacional.
A principios del siglo XX el término de Hispanidad estaba en desuso. No fue hasta 1926 cuando un obispo vizcaíno, Zacarías de Vizcarra, recuperó el concepto de Hispanidad y propuso en un artículo de prensa publicado en Buenos Aires cambiar el nombre a la festividad. Cinco años después Ramiro de Maeztu, que había sido Embajador de España en Argentina, leyó el artículo e hizo suya la defensa del cambio de nombre. En 1935 se celebró por primera vez en Madrid el Día de la Hispanidad.
Sin embargo, a pesar de que el Franquismo mantuvo la festividad con la designación de Hispanidad, el decreto de 1918 firmado por el Rey Alfonso XIII, que establecía «la Fiesta de la Raza», siguió en vigor durante cuarenta años. «Dada la enorme trascendencia que el 12 de octubre significa para España y todos los pueblos de América hispana, el 12 de octubre será fiesta nacional, bajo el nombre de «Día de la Hispanidad»», dejó escrito la Presidencia del Gobierno de 9 de enero de 1958 en un decreto que corregía la confusión sobre el nombre de la festividad.
Con la llegada del periodo democrático surgió el debate de sí era conveniente cambiar el Día de la Fiesta Nacional de España al 6 de diciembre, fecha en la que se aprobó la Constitución de 1978. No obstante, una ley publicada en 1987 ratificó el 12 de octubre como festividad asociada al Descubrimiento.
El debate sobre la Reina de la Hispanidad
Pero, ¿por qué coincide con la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de Zaragoza y de la Guardia Civil? Se trata de una mera coincidencia, puesto que la virgen que ostenta el título de Reina de la Hispanidad es Santa María de Guadalupe de Extremadura, cuya festividad se celebra el 8 de septiembre.
Así, el 12 de octubre de 1928, el cardenal Primado de España, Pedro Segura, como legado del Papa Pío XI, y en presencia del Rey Alfonso XIII, coronó canónicamente a Santa María de Guadalupe como «Hispaniarum Regina» o Reina de las Españas.
La íntima vinculación del santuario de Guadalupe, tanto con el descubrimiento de América como con su colonización y evangelización, está documentada, siendo así una de las causas invocadas por la Unesco el 11 de septiembre de 1993, cuando declaró a Guadalupe Patrimonio de la Humanidad. «Porque la famosa imagen de la Virgen de Guadalupe ha sido el símbolo más representativo de la cristianización de una gran parte del Nuevo Mundo», argumentó la Unesco.
No obstante, todavía se mantiene vivo el debate teológico sobre cuál de las dos vírgenes debería gozar del título de patrona de la Hispanidad, en función de su importancia en el descubrimiento de América. Por su parte, el apóstol Santiago el Mayor es el patrón protector de España, así como el santo del Arma de Caballería y del Ejército de Tierra.