Leticia Calvete Samper. El vino, el mar y el barrio del Raval serán los temas principales de la segunda parte de La catedral del mar. Diez años después de la construcción de la catedral de Santa María, Ildefonso Falcones ofrece una nueva entrega a sus lectores retomando las historias de su primera novela e incluyendo nuevos personajes. Podremos visitar de nuevo la Barcelona medieval y dejarnos llevar por el amor, la venganza y la pasión.
– ¿Por qué después de diez años de la publicación de La catedral del Mar ha decidido escribir la segunda parte?
– En realidad han pasado siete años porque tardé tres en escribirlo. Este lapso de tiempo se debe a que se trata de mi cuarta novela y cuando termino La reina descalza, de todos los proyectos que tenía uno era continuar con Santa María y, más en concreto, con Barcelona y con aquellos personajes y aquella historia. Era un proyecto muy atractivo para mí.
– En la historia, ¿cuántos años han pasado? ¿A qué se debe esta elección?
– Han pasado solamente tres años. Esto se debe a que coincide con la muerte del rey Pedro. El primer capítulo versa sobre esto y se dan ciertas circunstancias que hacen que la novela empiece con ímpetu.
– En su primera novela la trama gira en torno a la construcción de la catedral, ¿en esta segunda entrega podemos asistir a la edificación de otros edificios emblemáticos?
– En esta segunda parte se construye el hospital de la Santa Cruz, que es el primer gran hospital europeo, y otras obras alrededor del barrio del Raval. Sin embargo, la novela en este caso gira alrededor del mundo del vino y no propiamente de la construcción. El telón del fondo son las viñas y la elaboración del vino, todo eso entremezclado con diferentes aventuras y con los acontecimientos políticos.
– En La catedral del mar la historia transcurría en Barcelona, ¿por qué sigue siendo en esta novela el escenario principal?
– En La mano de Fátima elegí Granada y Córdoba. La reina descalza transcurre entre Sevilla, Madrid y Zaragoza. En esta cuarta, la elección recayó de nuevo en Barcelona para dar continuidad con la primera novela. Sigue siendo una gran ciudad que domina el Mediterráneo y resulta muy atractiva.
– En esta segunda entrega hay nuevos personajes, entre ellos Hugo Llor. ¿Acapara mayor protagonismo dejando en un segundo plano a Arnau y a su hijo Bernat?
– En La catedral del mar, Arnau tenía ya unos 63 años. Por ello, podemos esperar poco juego de su parte, aunque sigue teniendo importancia en Los herederos de la tierra. Bernat será un protagonista secundario y Hugo Llor es un nuevo personaje. Un chaval vinatero que empieza a trabajar a los 12 años y que lo veremos a lo largo de 40 años de su vida, donde suceden hechos históricos trascendentales para Cataluña y para Aragón.
– ¿Cuáles son los principales temas en torno a los que se desarrolla la trama?
– Aparte del vino, también tiene un gran protagonismo el mar. La catedral de Santa María sigue estando presente. El protagonista viaja por todos los reinos. Sigue los hechos históricos que dieron lugar al compromiso de Caspe y también tiene reflejo en la vida de los protagonistas el cisma de la iglesia de Occidente. Se trata de un viaje a lo largo del tiempo.
– La publicación de esta nueva novela coincide con el inicio del rodaje de la serie televisiva La catedral del mar. ¿Qué espera de esta producción?
– Estoy seguro de que será un gran éxito. Hay una gran productora detrás, un elenco maravilloso de actores y grandes guionistas. Hay recursos y una gran ilusión. Creo que se conservarán los principios y el espíritu de la novela aunque adaptados a un medio audiovisual con sus propios recursos e intereses.
– La catedral del mar contó con una gran acogida por parte del público. ¿Espera que su continuación tenga una acogida similar?
– El mercado del 2006 y el de ahora no es el mismo, por lo que resulta difícil establecer una comparativa. A la gente le está encantado la novela y ése es mi mayor éxito.
– ¿Ha decidido escribir esta nueva novela porque sentía nostalgia respecto de La catedral del mar?
– Se trató de una trama interesante y de unos personajes queridos que gustó a millones de lectores. Por lo tanto, este elemento lo he tenido en consideración. También me he sentido atraído por los interesantes hechos históricos que acaecieron después de la construcción de la catedral de Santa María.
– ¿Se plantea escribir una nueva novela con otro género que no sea histórico?
– Yo me siento a gusto con la novela histórica. La trama ficticia de Los herederos de la tierra es trasladable al siglo XXI, sobre todo las aventuras, los amores utópicos, el sexo y las pasiones. Con esta trama se podría hacer una novela contemporánea, pero me gusta más desarrollar una novela histórica.