Francisco Javier Aguirre. Ramón, un joven que aspira a ser cantante, acude a casa de Amelia para recibir lecciones. Esa es la intención aparente, pero no la real. Sus condiciones vocálicas son escasas, por lo que la profesora desiste de continuar la enseñanza, tras hacer una primera prueba. El joven, interpretado por Félix Gómez, insiste, y la profesora, que personifica Carmen Maura, se sorprende de su pertinacia.
La estrategia del Ramón inicia su andadura: resulta ser compañero de colegio del único hijo de Amelia, que murió en el ataque terrorista del bar Pulse, de Orlando, en los Estados Unidos, en julio del 2016, un hecho verídico que difundieron los medios. Ramón explica que su propósito es cantar la canción titulada ‘La golondrina’ en un memorial que prepara la familia para su madre, recientemente fallecida.
Lenta, pero inexorablemente, va desvelándose la intención del joven, que porta consigo una misteriosa carta escrita por el hijo de Amelia poco antes de ser asesinado en el mencionado atentado. De aquí en adelante, la relación entre la profesora y su presunto alumno comienza a tensarse hasta desembocar en una realidad oculta, que implica al hijo de Amelia al mismo tiempo que a Ramón, dos jóvenes enamorados entre sí, que resultaron víctimas del atentado, aunque Ramón salió con vida por un acto heroico de su amigo.
La obra tiene un ritmo pausado, pero constante, en cuanto a la acción, y al mismo tiempo creciente en cuanto a la tensión. Hay una enorme fluidez en el diálogo entre ambos personajes, a pesar de la resistencia inicial de Amelia, mucho más entera a pesar de la tragedia sufrida, que el joven Ramón, que se desploma.
Su drama personal inyecta una enorme tensión en el ambiente, una tensión que se derrama por la sala de butacas afectando a los espectadores. El problema de la homosexualidad oculta y ocultada, que afortunadamente se está superando en nuestra sociedad, es aún en ciertos ambientes un asunto sin resolver.
Esta obra de Guillem Clúa, que se estrenó hace un año en Londres, Atenas, Catania y Montevideo, ha llegado a nuestro Teatro Principal tras su presentación en España, dirigida por Josep María Mestres. Una habitación de estudio musical acoge a estos dos actores de primera línea, que desarrollan un diálogo denso e intenso de gran virtuosidad literario, que potencia su contenido emocional.