Redacción. El Museo Nacional del Prado ha inaugurado una gran muestra para celebrar su bicentenario con marcado sabor aragonés. La exposición, que se podrá ver hasta el 16 de febrero, se dedica a los dibujos de Francisco de Goya y, entre ellos, se encuentra una obra cedida por Aragón, dibujada a lápiz de sanguina sobre papel datada en 1772 y de nombre ‘Cabeza de ángel’.
Esta gran exposición, bajo el título ‘Solo la voluntad me sobra’ y que ha abierto la reina Letizia, se inaugura el día en el que el Museo Nacional del Prado celebra sus 200 años. Es el resultado de los trabajos realizados para elaborar un nuevo Catálogo razonado de los dibujos de Goya, fruto del convenio de colaboración que en el año 2014 firmaron la Fundación Botín y el Museo del Prado.
La exposición reúne por primera vez, en una ocasión única e irrepetible, más de 300 de los dibujos de Goya, procedentes de las propias colecciones del Prado y de colecciones públicas y privadas de todo el mundo, ofreciendo un recorrido cronológico por su obra, con presencia de dibujos de toda su producción, desde el Cuaderno italiano a los álbumes de Burdeos. Además, aporta una visión moderna de las ideas que el artista abordó de forma recurrente durante su vida, y pone de manifiesto la pervivencia y actualidad de su pensamiento.
El director general de Cultura, Víctor Lucea, ha asistido a esta presentación y ha recalcado cómo Goya es una de las principales señas de identidad de nuestra Comunidad, además de subrayar que Aragón va a estar presente también en la exposición gracias a la pieza cedida por el Gobierno de Aragón. Este trabajo se trata de una prueba del estudio de Goya para la realización de la pintura del Coreto de la basílica del Pilar. Es esta sanguina de una cabeza de ángel y que encontramos su correspondencia con una pareja de ángeles situados en el extremo izquierdo del Coreto. Hay otros dos estudios de cabezas de ángeles, además de éste procedente de la colección Carderera, que se conservan en el Museo del Prado y en el Museo del Louvre, respectivamente.
La cabeza de ángel responde a un prototipo de belleza ideal clasicista que había contemplado el genial pintor de Fuendetodos en su reciente estancia en Roma. La belleza del rostro está definida por la plenitud del óvalo, la boca pequeña y carnosa, nariz rectilínea y ojos muy abiertos, bastante separados entre sí. Emplea trazos cruzados en el rostro y cuello para crear los efectos de sombreados y todavía se pueden apreciar restos de clarión.
El dibujo está firmado “Franco Goya” y fue adquirido por el Gobierno de Aragón en 1997.
El bicentenario del Prado
El 19 de noviembre de 1819, el nuevo museo abría sus puertas al público aún como museo real y con fondos procedentes de las ricas colecciones de pintura y de escultura reunidas por los reyes de España durante más de trescientos años. Cuando Goya vivía aún en Madrid, tres pinturas suyas colgaban ya en la sala que daba acceso a la galería central, los dos retratos ecuestres de Carlos IV y María Luisa de Parma y El garrochista. Con el tiempo, el Museo del Prado iba a reunir, además, la mejor colección de las obras de Goya, cerca de 150 pinturas, 500 dibujos, sus series de estampas y una documentación única, como es la valiosa correspondencia con su amigo Martín Zapater.
La muestra profundiza en el trabajo del aragonés. Coorganizada con la Fundación Botín y comisariada por José Manuel Matilla, jefe de Conservación de Dibujos y Estampas del Museo Nacional del Prado, y Manuela Mena, jefe de Conservación de la pintura del siglo XVIII y Goya del Museo Nacional del Prado hasta enero de 2019, se podrá visitar en las salas A y B del edificio Jerónimos hasta el 16 de febrero de 2020.