Redacción. Nueve de cada diez personas en todo el mundo respiran aire contaminado, según alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que origina cada año 400.000 muertes en Europa y 6.5 millones en todo el mundo. Para analizar el impacto del tráfico en la calidad del aire, la ciudad de Zaragoza instalará hasta un total de 10 sensores, dentro del proyecto europeo TRAFAIR (Understanding traffic flows to improve air quality), que estudiará la contaminación atmosférica en seis ciudades de España e Italia, y en el que participa un equipo de investigación de la Universidad de Zaragoza.
Estos dispositivos de medición de la calidad del aire se han comenzado a distribuir en los diferentes campus y edificios de la Universidad de Zaragoza en la capital aragonesa. En concreto, ya se han instalado en el Campus Río Ebro, la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo y, en breve, está previsto ubicar sensores en la Facultad de Veterinaria así como en el Edificio Paraninfo.
El objetivo principal de TRAFAIR es el desarrollo de servicios y herramientas que nos ayuden a predecir la calidad del aire teniendo en cuenta datos meteorológicos y de flujos de tráfico, tal como ha explicado Raquel Trillo-Lado, ingeniera informática del Instituto de Investigación de Ingeniería en Aragón (I3A) y directora del nodo de investigación aragonés, durante la primera reunión de los nueve socios del consorcio, reunidos estos días en el I3A.
La vicerrectora de Política Científica, Blanca Ros, el director del I3A, Pablo Laguna, y el director de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA), José Antonio Yagüe, presentes en esta reunión, han destacado la trascendencia del proyecto, cofinanciado con 2,2M€ por la Unión Europea -de los que 350.000€ irán al equipo aragonés-, que permitirá desarrollar herramientas para facilitar la toma de decisiones de gestión de tráfico por parte de las diferentes administraciones públicas, ya que todos los resultados del proyecto se publicarán en portales de datos abiertos.
El asesino invisible
En las ciudades donde se concentra la mayor parte de la población, el tráfico rodado es una de las principales fuentes de emisión de contaminantes atmosféricos como óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono o materia particulada, que pueden ocasionar graves efectos sobre la salud humana y el medio ambiente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que numerosas muertes resultan de patologías sensibles a la contaminación atmosférica, de tal manera, que es considerada como el asesino invisible provocando el 29% de las muertes de cáncer de pulmón, el 24% de las muertes por derrame cerebral, el 25% de las muertes por cardiopatías y el 43% de enfermedades respiratorias.
El estudio TRAFAIR surgió como una iniciativa para aumentar la concienciación ciudadana sobre la contaminación atmosférica que sufren las ciudades y se centrará en las siguientes ciudades europeas: Zaragoza (600,000 habitantes), Florencia (382,000 habitantes), Modena (185,000 habitantes), Livorno (160,000 habitantes), Santiago de Compostela (95,000 habitantes) y Pisa (90,000 habitantes). En cada una de ellas se instalarán otros diez sensores, por lo que el proyecto contará con una base de datos procedentes de un total de 60 dispositivos.
La responsable del proyecto en Aragón ha subrayado, además, la ventaja de la capital aragonesa frente a otras ciudades objeto de análisis. “En Zaragoza, a pesar de que llueve poco, el Cierzo ayuda a que no se produzcan situaciones graves como sucede en Madrid o Barcelona. No obstante, el objetivo es mejorar. Asimismo, los niveles de contaminación de Santiago de Compostela son bastante más bajos que los de Zaragoza, dado que es una ciudad más pequeña, con mayor volumen de precipitaciones”.
Los datos analizados por la Universidad de Zaragoza, junto con la información proporcionada por el Portal de Datos Abiertos del Ayuntamiento de Zaragoza, permitirá disponer de material resultante que ayude a la toma de decisiones en la gestión de tráfico y poder realizar predicciones más precisas de la calidad del aire.
Además, se están desarrollando diversas aplicaciones móviles para concienciar a la ciudadanía del impacto que causamos con el uso de los vehículos. Raquel Trillo-Lado, experta en la gestión de grandes volúmenes de datos y web semántica, ha señalado que se intenta también “concienciar a los ciudadanos haciéndoles conscientes de sus emisiones. Además, se les facilitarán recomendaciones para reducir sus emisiones en función de su actividad diaria si lo requieren”.