El buen estado de la fontanería de una casa, oficina o local comercial es uno de los requisitos más básicos a la hora de garantizar su calidad y en el caso de una vivienda, además, es una cuestión imprescindible para su habitabilidad. Por ello, los expertos del sector advierten de que escatimar en este tipo de instalaciones es un error que podemos pagar muy caro, no solo en cuanto a calidad de vida, sino también económicamente.
Escoger con tiempo a un buen profesional
Encontrar al profesional adecuado, además, es de vital importancia y es recomendable realizar esta tarea tomando el tiempo que sea necesario para ello. Sin embargo, muchas veces la necesidad de contratar este servicio surge sin previo aviso y nos vemos en la situación de tener que elegir entre los primeros resultados que obtenemos al buscar en Google «fontaneros Zaragoza«, sin posibilidad de tomar esta decisión de forma cuidadosa a causa de la urgencia.
Por ello, es recomendable hacer esta elección mucho antes de que se de cualquier incidencia que haga necesario este tipo de servicio y tener el teléfono a mano para cuando haga falta. De esta forma, contratar fontaneros urgentes será mucho más rápido, seguro y con mayores garantías de calidad.
No escatimar no significa malgastar
Para contratar un buen servicio de fontanería no es preciso contratar el más caro, además, el precio no es necesariamente garantía de calidad. Este es otro de los motivos por los que se hace importante escoger una empresa de fontanería, con servicio de urgencias, antes de requerir sus servicios.
Un primer impulso puede llevarnos a creer que la oferta más cara es la mejor, sin embargo es posible contratar fontaneros baratos que proporcionen un buen servicio y no nos cobren de más por gastos ocultos o extras que realmente no queremos.
Invertir en la fontanería de tu hogar es ahorrar dinero
Una vez hayamos encontrado la opción perfecta a la hora de cubrir nuestras necesidades de fontanería, debemos tener claro que el precio que vayamos a pagar por ello no debe verse como un simple gasto. Como veremos a continuación, pocas inversiones en cuestiones domésticas pueden ser tan rentables como cuidar nuestra fontanería.
1. Contratar profesionales previene futuros desastres
Todos hemos tenido la tentación de querer reparar nosotros mismos las averías que se dan más frecuentemente en nuestros hogares, especialmente después de ver algún videotutorial en Internet.
Sin embargo, este tipo de intentos suelen terminar muy mal y podemos acabar pagando mucho más por arreglar el desastre que si hubiéramos recurrido a un fontanero profesional inicialmente.
2. Cambiar las tuberías a tiempo es más rentable que reparar
¿Sabías que las tuberías y desagües deben cambiarse cada 10 años?
Esto es así por cuestiones de seguridad, adaptación a la normativa y, de nuevo, por motivos económicos. Las instalaciones suelen ir deteriorándose con el tiempo y las sucesivas reparaciones salen, en conjunto, mucho más caras que renovar la instalación a tiempo.
3. Ahorrar agua
Mantener en buenas condiciones la fontanería detecta y previene fugas de agua que contribuyen a aumentar el precio de la factura. No obstante, esta no es la única forma en la que podemos ahorrar en este aspecto.
Algunas inversiones, como el cambio de bañera por plato de ducha, la instalación de dispositivos de ahorro u otros que permiten mejorar la calidad del agua, pueden suponer a largo plazo un consumo de agua mucho más eficiente y responsable.
4. Calefacción y climatización
De la misma forma que es importante mantener el sistema de tuberías y desagües en óptimas condiciones, es conveniente hacer lo mismo con las calderas y los sistemas de calefacción y climatización. Esto evitará consumos excesivos y garantizará un uso eficiente de la fuente de energía con la que funcionen. Las empresas de fontanería ofrecen servicios tanto de instalación, como de reparación y mantenimiento de calefacción, calderas y climatización.
5. No dejar los atascos para más tarde
Lo que parece un pequeño atasco muchas veces puede convertirse rápidamente en un problema grave que imposibilite el uso de parte de la instalación.
Si nuestro lavabo, inodoro o cualquier desagüe de la casa se atasca de forma recurrente, no basta con ir deshaciendo periodicamente los atascos que se vayan dando, ya que la alta frecuencia nos está indicando que existe otro problema mayor del que debemos hacernos cargo antes de que nos encontremos con un atasco definitivo que cueste mucho más arreglar.
La calidad de vida no tiene precio
Durante todo el artículo hemos mencionado sobre todo la cuestión económica; sin embargo, no debemos menospreciar el hecho de que el principal motivo por el cual debemos invertir en la fontanería de nuestra vivienda es nuestra calidad de vida, tanto por cuestión de salud como de seguridad y comodidad.