Redacción. El helio es un gas fósil que se obtiene por separación del gas natural en unos pocos yacimientos del mundo. Su bajo punto de ebullición, 268,90C bajo cero, lo convierte en un recurso estratégico, irremplazable y esencial para la investigación y para uso en medicina y en métodos de diagnóstico, como son los equipos de Resonancia Magnética y los magneto-encefalógrafos de los hospitales. Debido a su importancia y su limitada disponibilidad en los diferentes depósitos de gas, por iniciativa de la empresa Quantum Design, se ha instaurado el 10 de julio como el “Día de la conservación del helio” que busca concienciar sobre la importancia de este valioso elemento.
El aragonés, Conrado Rillo, profesor de investigación en el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón, ICMA (centro mixto entre el CSIC y la Universidad de Zaragoza), es uno de los principales artífices del desarrollo de la física de bajas temperaturas en España.
La tecnología que ha desarrollado y que ha sido patentada a nivel internacional, permite la recuperación, purificación y licuefacción del helio directamente en los laboratorios y hospitales, además de que supone un gran ahorro para los mismos. El helio en estado líquido puede alcanzar los 40 euros el litro, mientras que en estado gaseoso puede llegar a costar entre 10 y 30 euros el metro cúbico.
El método desarrollado por Conrado Rillo y su equipo de investigación permite recuperar casi el 100% del helio a las pocas semanas de su instalación en los laboratorios. De este modo, el coste del helio líquido producido se reduce a la suma del coste de la electricidad, del mantenimiento y de la amortización de la planta, es decir, entre uno y dos euros por litro.
En la actualidad, el equipo de Conrado Rillo ha desarrollado varios productos comerciales en colaboración con la empresa Quantum Design International, con la que la Universidad de Zaragoza y el CSIC que firmaron en 2011 una licencia de explotación comercial. En la actualidad hay unas 200 instalaciones repartidas en todo el mundo.
Muestra clara del éxito de la citada tecnología es que la Universidad de Leiden en Holanda, lugar donde se descubrió el helio líquido en 1908, ha sustituido su tecnología industrial, por la aragonesa, mucho más económica y sencilla. Además, esta tecnología (ATL) combinada con el trabajo realizado desde el Servicio de Líquidos Criogénicos perteneciente al Servicio General de Apoyo a la Investigación de la Universidad de Zaragoza, permite recuperar casi el 100% del helio evaporado, y producir un helio líquido de pureza extrema (libre de hidrógeno). Conrado Rillo cuenta con 7 patentes a nivel nacional e internacional, siendo una de las patentes que más dinero reportan al CSIC y a la Universidad de Zaragoza.
Gracias a su trabajo de investigación, Conrado Rillo ha sido galardonado con el «Premio de Física», convocado por la Real Sociedad Española de Física (RSEF) y la Fundación BBVA, con el premio I Encuentro Tripe Hélice con UNIZAR: Mejor resultado licenciado, concedido por la Universidad de Zaragoza y con el Premio Tercer Milenio del HERALDO de Aragón en la categoría “Transferencia de conocimiento Universidad-Empresa”.