Es realmente sorprendente como los avances del mundo digital proporcionan oportunidades que eran inimaginables en otros tiempos. Solo los casinos online pueden ofrecer la ventaja de jugar blackjack gratis sin dinero. Uno de los juegos de carta con más tradición e historia, que recorrió Europa y se asentó en el oeste americano.
Tenemos una clara referencia del contexto social y cultural en el que el blackjack dejó de llamarse veintiuno y adoptó ese nuevo nombre. Lo tenemos por películas, leyendas e historias. La gran pantalla ha sido transmisora de grandes eventos históricos, de realidades íntimas, de comedias y tragedias, así como de leyendas. Muchas veces se han combinado cine y optimismo, otras cine y drama, utopía y distopías, pero siempre la cinematografía ha marchado al lado de los grandes hitos y sentimientos de la humanidad.
El blackjack del oeste primero fue veintiuno
El género cinematográfico llamado western marcó una época. En tales películas se reflejan un tanto mejorados los salones donde se expendía whiskey y en los que se podían ver a vaqueros sentados en las mesas jugando cartas, en ellos, un crupier representaba la casa. La fiebre del oro y el mito del sueño americano eran el contexto de fondo, el juego, muchas veces era el famoso veintiuno del cual derivó el blackjack.
Este tipo de filme se convirtió en parte de la vida de una generación, también novelas ilustradas y libros respecto a este género se hicieron populares. En especial para un público predominantemente masculino. Por lo general, en las películas, tanto en las que se hace referencia a los juegos de azar, como en las que es el tema central, incluyendo las de gánster y las de estrategia, los jugadores son hombres, mientras que las mujeres tienen roles de acompañantes.
Un emblema de este papel femenino se observa en las películas del famoso agente 007 James Bond. Con las transformaciones en los niveles de conciencia de la humanidad, las mujeres han ido conquistando papeles más relevantes, en los que su inteligencia, destreza y heroicidad están representadas. En la película número 25 de la zaga de James Bond, una mujer, interpretada por Lashana Lynch, asumirá el trabajo de agente 007, obviamente, ello refleja un cambio muy interesante.
La mujer crupier que desafió al oeste americano
Aunque la historia del cine del lejano oeste ha estado marcada por el rol de la mujer como la ama de casa y esposa o como prostituta con su mano en el hombro de un vaquero en los casinos, este estereotipo no siempre se cumplía, algunas mujeres se salían del corsé y se revelaban en toda su dimensión. Hay historias como la de Eleanore Dumont, a quien se le conoce como Madame Moustache, fueron reales, aunque parezca leyenda.
Eleanore Dumont fue una famosa jugadora profesional y crupier de blackjack. Ella se hizo famosa, nada más y nada menos que en los campos mineros del lejano oeste, esos mismos que aparecen reflejados en los tradicionales westerns. Dumont no solo era una experta jugadora, sino también una emprendedora mujer de negocios que rompió los esquemas y tradiciones de la época. Nadie conocía su origen, se presumía que era francesa por su acento u oriunda de New Orleans en 1829 y que había migrado hacia California, probando suerte, en virtud de la fiebre del oro.
Eleonore abrió en Nevada City un salón llamado Vingt-et-Un (21) en 1854. En ese salón ella puso las reglas. El juego del lugar era el predecesor del blackjack: el veintiuno. La bebida del lugar era Champaigny no whisky como era lo tradicional; estaban prohibidas las expresiones groseras y no aceptaba que en su presencia el trato y el lenguaje fuesen descortés.
El blackjack se redimensiona
El respeto hacia Dumont era tal, que se testimonia que lograba persuadir y evitar muchas de las acostumbradas peleas. Una de las más claras evidencias de la aceptación y aprecio se observa en un decir popular, según el cual se sentía “más satisfacción en jugar contra el juego de Madame y perder, que ganar en cualquier otro juego”.
Esta experta jugadora de veintiuno rodeada de hombres rudos y agresivos siempre tuvo la admiración de quienes jugaban con ella. Aunque su trato era generoso, la costumbre de dar un vaso de leche a quienes perdían con ella, le hizo que un minero resentido la llamase Madame Moustache por el vello que tenía sobre sus labios.
Esta famosa jugadora, cuando se propuso desarrollar sus negocios era innovadora. Para su segundo casino llamado Dumont’s Palace, busco un socio, incorporó juegos populares como el Faroy además contrató violinistas a fin de dar una atención especial a los jugadores. Así ha sido la trayectoria del famoso blackjack, un legado de historias y estrategias que han desembocado en su más revolucionario desarrollo: el blackjack online.