Redacción. El Presidente de Aragón, Javier Lambán, ha ofrecido toda la colaboración que sea necesaria para ayudar a la colonia de 2.300 ucranianos que residen en la Comunidad autónoma, así como a sus familias en el país invadido por el presidente ruso, Vladimir Putin.
Lambán, tras condenar nuevamente la agresión rusa, ha vuelto a reclamar medidas contundentes de los organismos internacionales y ha ofrecido su apoyo al presidente del Gobierno de España en esta exigencia de la defensa «férrea de la democracia» y al respeto de la integridad territorial de Ucrania.
El presidente aragonés ha reparado en las graves repercusiones económicas que esta guerra tendrá para los precios de la energía y la disponibilidad de materias primas. Pero por encima de todas estas cuestiones, se ha convertido en defensor de este colectivo desde el punto de vista humano y ético.
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, Mariví Broto, ya se ha puesto a en contacto con el Ministerio de Servicios Sociales para ofrecer la disposición de la Comunidad Autónoma a acoger refugiados y niños como ya se viene haciendo en los últimos añós. Además, el ejecutivo forma parte del Comité Autonómico de Emergencias, «desde el que estamos dispuestos a aportar los recursos necesarios para atender los problemas que vayan surgiendo», ha enfatizado el presidente Lambán.
Desde 2015, según la consejera Broto, por Aragón han pasado, para quedarse o solo en tránsito, 269 refugiados ucranianos, que son atendidos en virtud del protocolo de acogida a personas refugiadas que impulsó Aragón, la primera comunidad en hacerlo.
Por su parte, Alina Klochko ha mostrado su agradecimiento al Gobierno. «Gracias por atendernos y entendernos», ha dicho.
Hoy mismo ha abierto una página en Facebook –Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón- con el ánimo de solucionar dudas y preguntas y de que sea un foro en el que canalizar las ayudas que los aragoneses quieran aportar a la comunidad ucraniana, ya que «mucha gente quiere ayudar», ha asegurado.
Ha instado a sus compatriotas en la zona a que mantengan la tranquilidad y la «cabeza fría» porque lo que quiere Rusia es instaurar el pánico entre la población.
También Lambán ha deseado que esta situación «la más ocura y preocupante en Europa desde la segunda Guerra Mundial» dure poco tiempo, y ha lamentado que esta realidad responda a una política «desatinada y cargada de mendacidad y cinismo», practicada por Putin desde hace años.