Redacción. Aragón activa alrededor de 900 veces al año el Código Infarto, la red asistencial que garantiza la atención precoz y coordinada a los pacientes que sufren un infarto agudo de miocardio.
Con motivo del Día Mundial del Corazón, que se celebra hoy, el Departamento de Sanidad destaca la necesidad de que los ciudadanos conozcan los síntomas de esta patología para poder acudir cuánto antes al sistema sanitario: presión o dolor en el pecho o en los brazos, náuseas, indigestión, ardor de estómago, falta de aire, sudor frío, fatiga, aturdimiento o mareos repentinos.
Reducción de mortalidad.La jefa del Servicio de Estrategias de Salud y Formación del Departamento de Sanidad, Mabel Cano, explica el principal objetivo del Código Infarto.
El Código Infarto, que funciona las 24 horas del día y los 365 días del año, se basa en el trabajo conjunto de Atención Primaria y las Urgencias extrahospitalarias y hospitalarias de toda la comunidad, coordinados por el 061-Aragón y ha logrado mejorar notablemente el tiempo de asistencia en esta patología, en la que es clave una actuación precoz.
De hecho, desde el año 2004 se registra un descenso de mortalidad directamente relacionado con la puesta en marcha de una estrategia para abordar esta enfermedad y posteriormente el Código Infarto.
Si en ese año se registraron 800 fallecimientos por infarto agudo de miocardio, en el 2020 esa cifra se redujo a 438, es decir, una disminución del 46%. Según los datos del Instituto Aragonés de Estadística, las enfermedades de aparato circulatorio representaron en Aragón el 12% (13.9% en hombres y 10.3% en mujeres) de las altas hospitalarias, solo por detrás de las enfermedades del aparato digestivo (12,73%).
Así, durante el año 2020, último año del que se disponen datos, se produjeron en Aragón 1.271 altas hospitalarias por infarto agudo de miocardio, frente a las 1.454 de 2019 y las 1.413 en 2018.
El procedimiento del Código Infarto se inicia en el 061, que cuando recibe un aviso por sospecha de esta patología activa el recurso más cercano poder realizar un electrocardiograma que confirme el diagnóstico. A partir de ese momento, se traslada al paciente a los Hospitales Clínico o Servet de Zaragoza, donde un cardiólogo intervencionista le realiza, si este es el tratamiento indicado, una angioplastia primaria, es decir, la apertura mecánica de la arteria coronaria obstruida.
Como alternativa si el traslado no puede realizarse de forma inmediata se aplica el tratamiento fibrinolítico, un fármaco para disolver el trombo que está ocluyendo la arteria coronaria del paciente.