Redacción. / Tal y como señala el doctor José María Maroto, los Programas de Rehabilitación Cardíaca (PRC), aconsejados por la Organización Mundial de la Salud en los años sesenta del pasado siglo, tienen como objetivo fundamental el conseguir que el enfermo cardiópata se reincorpore de la forma mas completa posible a la sociedad.
En estos sistemas terapéuticos, multifactoriales, están implicados distintos profesionales como son: cardiólogos, psicólogos, psiquiatras, médicos rehabilitadores, fisioterapeutas, enfermeras, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, etc. La coordinación del grupo debe de ser efectuada por un cardiólogo, en base a la patología, al alto riesgo de muchos de los pacientes tratados.
Maroto añade que pese a los demostrados efectos positivos a nivel de calidad de vida, en el descenso de morbilidad (complicaciones) y mortalidad y a la indudable rentabilidad coste-beneficio, el desarrollo de este tipo de programas es claramente insuficiente. Los responsables de este fenómeno son diversos, ya que depende de factores socioeconómicos del país, el porcentaje de tratados es superior en el mundo occidental y, en gran medida, de los profesionales médicos.
La Rehabilitación Cardíaca consiste en entrenamiento físico y en pautas de actuación psicológica. En los pacientes con Cardiopatía coronaria, la etiología mas frecuente en los países desarrollados, se complementa con el control de los factores de riesgo de ateroesclerosis.
Los PRC se individualizan en función del paciente y, en muchos casos están supeditados a las características especiales de la cardiopatía a rehabilitar (insuficiencia cardiaca, existencia de marcapasos o desfibriladores, trasplantados de corazón, ancianos …).
En la ponencia del Aula Montpellier del próximo jueves, 15 de enero, señala el doctor José María Maroto «se describirán las pautas de actuación y se analizarán los resultados a nivel de presentación de nuevos eventos, incluida la mortalidad».
Finalmente, añade, «se considerarán las causas que interfieren, de forma negativa, en el desarrollo de estos programas aconsejados por las Sociedades europea y americanas de cardiología».