ZBN.-/ De este modo, espacio labruc, en colaboración con el organizador del evento Sergio Muro (Artix Espacio Creativo) y el apoyo de Abierto de Acción, acoge seis días de representaciones performativas, del 12 al 17 de julio. En esta semana se podrá disfrutar de una programación muy variada, de contrastada calidad y siempre focalizada en dicha disciplina artística.
Spoken word, danza, acciones sonoras, performances, charlas, talleres, videoperformances, una exposición y música es lo que se podrá encontrar el asistente a este espacio madrileño.
Contaremos con la presencia de artistas de la talla de:
Ramón Quanta (Bilbao), Carlos Llavata (Valencia), Paquito Nogales (Madrid), Blanka Palamós i Claramunt (Ubud, Bali), Mario Gutiérrez Cru (Lisboa), José Malvís (Valladolid), Victoria Valdearcos (Guadalajara), Domix Garrido (Murcia), Rubén Figaredo (Gijón-Brasil), Ricardo Gassent (Madrid), Lucio Cruces (Zaragoza), Sergio Muro (Zaragoza), Almudena Millán (Valencia), Esther Giménez (Madrid), Carol O.C. (Madrid), Aitor Pellicer (Murcia), Erín Ortega (Zaragoza), Cecilia Gala (Madrid) y Fausto Grossi (Italia).
Además, se han organizado talleres y charlas para que los asistentes se impliquen en lo presenciado, adquieran conocimientos propios y vivan la experiencia de ser partícipes de la muestra. Los talleres corren a cargo de Sergio Muro con La vida es una performance y de Ricardo Gassent con Soundpainting. Por su parte, Rubén Figaredo impartirá una charla sobra la performance en Brasil y se podrá ver, durante toda la semana, la exposición fotográfica del artista de acción Carlos Llavata.
Los precios de las entradas para asistir oscilan entre los 10 y 14 euros, dependiendo de cada sesión. Asimismo, existen bonos para toda la semana al precio de 60 euros, bono semanal + taller a 75 euros y bono + dos talleres a 90 euros. Si solo se quisiera asistir a los talleres el precio sería de 30 euros.
Tal y como describe su comisario, Sergio Muro: «La performance es una manifestación artística con alto grado de intelectualidad, derivada de la reflexión y del contexto social-artístico en la que se enmarca».
No en vano, el performance tiene como una de sus misiones provocar, hacer reflexionar y transgredir ciertas normas para que, sobre todo en estos tiempos de crisis de valores, la sociedad evolucione.
Además, la performance elimina el espacio entre el arte y el espectador, ya que el espectador forma parte de la acción. El arte ya no es un objeto, el arte es un instante único e irrepetible.
En una performance, el artista se presenta, no representa (no es teatro). La acción no es actuación. Es un arte vivo y multidisciplinar.