Redacción. A día de hoy, los comparadores son una de las principales referencias que tiene el consumidor para tomar una decisión sobre qué comprar o contratar. El hecho de incluir y comparar decenas o cientos de proveedores, hace que sus propietarios o redactores sean verdaderos expertos sobre lo que hay disponible en el mercado.
En el caso de los préstamos, hemos acudido a LoanScouter para que nos dé consejos a la hora de pedir un préstamo. Esto es lo que nos han dicho:
1 La cantidad la decides tú
Aunque parezca obvio, una parte esencial para manejar la financiación con éxito es la cantidad que se pide. Cuando el consumidor acude a solicitar un préstamo, suele tener una cantidad en mente, pero luego llegan las ofertas, los requisitos y demás y se puede acabar pidiendo una cantidad muy diferente.
Es importante establecer límites mínimos y máximos que estamos dispuestos a solicitar antes de acudir a ningún sitio.
2 No solo compares la TAE
La TAE es una fantástica herramienta de comparación de préstamos, pero no debe ser la única. Desde este comparador de préstamos nos aconsejan que además de la TAE comprobemos la cantidad total bruta que tendremos que devolver.
La conjunción de la TAE que es una cantidad relativa aplicada a un año de duración y la cantidad bruta, nos permitirá hacer una comparación más completa.
3 Si necesitas papeleos, haz papeleos
El mercado financiero tiene todo tipo de productos. Desde préstamos sin papeleos en absoluto, hasta hipotecas que conllevan complicados contratos.
Por lo general, los papeleos se deben a garantías de seguridad para el prestamista como puede ser el establecimiento de un aval, una garantía de un bien, etc. Aunque aportar documentación es tedioso y puede llevarnos a esperar para nada porque finalmente el prestamista decida que no le sirve esa garantía, si el prestamista acepta esas garantías, los intereses que nos ofrecerá serán mucho más bajos que si no tiene ningún tipo de seguridad.
4 Compara, siempre
Está claro que la confianza que te da tu institución de toda la vida es un factor a tener en cuenta, pero no debe ser el único. Antes de decidirte a contratar nada con ellos, haz una pequeña comparación online y comprueba si los precios y costes que te ofrecen están en consonancia con lo que ofrece el mercado en general.
Si ves una oferta mejor en otro sitio, pero realmente quieres seguir con tu institución de crédito de confianza, puedes tratar de negociar. Aunque los consumidores no suelen hacerlo, las entidades pueden estar dispuestas a ello especialmente si eres un buen cliente.
5 Si dudas, no lo pidas
No hay nadie que conozca tus finanzas mejor que tú. Incluso si el prestamista accede a darte la financiación, si tú tienes dudas lo más sensato es no pedir ese préstamo. Al fin y al cabo tú tienes toda la información sobre tus ingresos y gastos. Si crees que vas a tener problemas para pagar el préstamo, puede que te estés metiendo en un buen problema. Seguramente sea más sensato esperar unos meses mientras ahorras y pedir el préstamo más adelante, cuando la cantidad ahorrada te permita reducir la cantidad solicitada.